A mucha gente le supone cierto esfuerzo, incluso en los meses estivales, meterse bajo un caño de agua fría. ¿Quién no ha agradecido ese primer tramo de agua calentita en la ducha de la piscina?
Un elemento imprescindible en cada instalación de piscina, e incluso para el jardín de casa, es la ducha. Aunque sólo sea por el simple placer de ducharse al aire libre, o para lavar al perro, para llenar la pequeña piscina hinchable de los niños… y para ahorrar agua.
Bueno, he de decir que existe desde hace tiempo una solución ecológica para ese problema: la ducha solar.
¿Cómo es una ducha solar? Estas duchas poseen un sistema de captación solar que suele ser a la vez un acumulador de agua, con una capacidad que está entre los 15-40 litros, aunque pueden instalarse sistemas de mayor envergadura como luego veremos.
Las más populares son las que llevan el sistema de captación SOLTUB, que es algo mucho más sofisticado que un simple tubo metálico pintado de negro, o una gruesa tubería de plástico. Hay que estar atento a las imitaciones. Un metro lineal de captador soltub produce cerca de 40kWh de energía por temporada (de mayo a octubre).
Las duchas solares basadas en soltub tienen una capacidad de almacenaje de 20 litros de agua caliente, los cuales se van renovando a lo largo del día, siendo muy sencilla su instalación a cualquier toma de agua fría. Para necesidades mayores se puede crear una instalación en serie con varios módulos, muy apropiado para campings, polideportivos, etc…
Otro sistema muy interesante es el que ofrece la firma suiza Solar-Fizz, pues la ducha es absolutamente portátil y prefabricada, allá donde tengamos una goma de agua o similar se engancha fácilmente. Este modelo es más compacto y se vende con uno o dos captadores de 15 litros cada uno. Solar-Fizz garantiza en un 99.9% que su ducha solar es la única capaz de eliminar las bacterias causantes de la neumonía, pues sus cilindros tienen la capacidad de llevar el agua a temperaturas de 70ºC.